Hay personas que creen que no está bien que los niños crezcan con una mascota en casa, por miedo a que les hagan daño, o porque tienen muchas bacterias para los pequeños de la casa.
Lo cierto es que no hay nada más lejos de esta realidad, cuando los niños crecen con mascotas aumenta su humildad, empatía y respeto.
Existen varios motivos por los que esta relación es tan linda y perfecta, aquí te dejamos algunos de ellos:
- La mirada de los niños pequeños está llena de curiosidad, les gusta tocar y ver todo lo que está a su alrededor. Cuando crecen con una mascota siempre tienen un amigo a quien acariciar o con quien jugar.
- Los animales son protectores, saben que existe una persona indefensa, débil, delicada y saben tratarlo de un modo diferente.
- Los niños reconocen a las mascotas como miembro importante de la familia, las observan, atienden y respetan.
- Es un amigo que le enseña a ser responsable.
- Ayudan con el desarrollo emocional porque son fieles compañeros y les enseñan a los niños a expresar sus emociones desde temprana edad.
Es muy importante que cuando quieres criar a un niño al lado de una mascota la introduzcas desde temprana edad, si los apartas por miedo a que le haga daño, ambos tendrán desconfianza y su relación no será igual.
La compañía de un animal, mejora la calidad de vida de cualquier persona. Una mascota te ayuda a reducir el estrés, mantener el equilibrio físico y mental, aumenta la longevidad y facilita la recreación.
Pero en los niños forma un papel más importante porque los ayuda con su desarrollo educativo y social, les enseña valores como el respeto por los demás, eleva su autoestima y mejora su integración en la familia.
Además, les ayuda a desarrollar el sentimiento de competencia y seguridad que son indispensables en el primer ciclo de vida para lograr un equilibrio emocional correcto.
¡Una mascota en casa es el mejor amigo que un niño puede tener!
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