Al hablar de una gata en celo, nos referimos al período del ciclo reproductivo de la hembra para la cópula.
Es decir, la actividad cíclica del ovario y la reproductividad sexual en que la hembra acepta al gato macho.
El primer celo de una gata llega al cumplirse entre los 6 y 9 meses, aunque existen otros factores para definirlo:
- El peso: cuando la gata alcanza entre el 75% y el 80% de su peso adulto, que son entre 2.3kg a 2.5kg aproximadamente.
- La raza: las gatas de pelo corto suelen tener su primer celo antes que las de pelo largo.
- Cantidad de luz: los días del año con más luz del sol suelen coincidir con los primeros celos de tu gata.
Cuando las gatas entran en periodo de celo, su instinto de apareamiento puede llegar a ser verdaderamente intenso:
- El celo las hace más sensibles, por lo que te dará muestras de afecto intenso e insistente.
- Adoptan posturas particulares, revolcándose en el piso, dando vueltas; suelen inclinar el cuerpo, levantar la parte posterior, ladear la cola y dejar expuestos los genitales.
- Emiten maullidos penetrantes y desesperados con los que atraen a los gatos machos.
- Frotan su cuerpo con todas las superficies que consiguen.
- Su comportamiento es más agitado.
- Lamen más de lo habitual su zona genital.
- Tratan de dejar su olor orinando de una forma peculiar, levantada la cola hacia arriba y haciendo un movimiento algo vibratorio en los rincones de la casa: en lugar de orinar agachada como usualmente lo hacen.
Algunos consejos para aliviarlas en esos días de estrés son las atenciones de cariño.
Ofrécele a tu gata abrazos y mimos para calmar su ansia de estímulos. También puedes cepillar su pelaje con más asiduidad.
Jugar con ella constantemente, le hará «olvidar» de a ratos el celo y la dejará agotada. Implementa juegos de actividad física, en los que deba correr, perseguir y saltar.
Por ningún motivo dejes a tu gata salir de la casa, cierra las ventanas, especialmente de las habitaciones donde ella pasa más tiempo, para impedir que se escapen y evitar el contacto con gatos machos. Prevén una gestación no deseada.
Si nunca has tenido una gata en celo, te sorprenderá lo persuasivas que pueden llegar a ser para que las dejes salir de la casa.
Considera la esterilización (cuando pase el celo), de esta manera evitará por completo el período de celo y contribuirás con su calidad de vida.
Recuerda siempre consultar con su veterinario sobre otras posibles medidas.
Esperamos que con estos consejos tu gatita pase el celo lo mejor posible.
Si te gustaría saber más sobre gatos y perros, visita nuestras redes sociales instagram y facebook.
Para más información, ¡contáctanos!