El ronroneo de los gatos es el sonido más conocido y común que hacen, se conoce como la «sonrisa» del gato.
Algunos definen el ronroneo como un zumbido suave y continuo, exclusivo de los felinos, que se acompaña de una vibración palpable sobre el cuerpo del animal.
Otra característica del ronroneo es que varía rítmicamente con la respiración y parece ser más intenso y audible durante la inspiración.
En los gatitos el ronroneo aparece a los dos días de vida y va aumentando en intensidad a lo largo de las siguientes semanas, llegando a ser como el de los gatos adultos.
Es un signo de satisfacción, sin embargo, los mininos también lo hacen para comunicar otras emociones y necesidades.
- Hambre: muchos gatos ronronean cuando tienen hambre o cuando se dan cuenta de que es hora de comer.
Se cree que esto está relacionado con la infancia de la mascota, ya que cuando se trata de un bebé, el gato ronronea para despertar la atención de la madre y así ser amamantado.
Además, la madre suele ronronear para dar seguridad a los bebés. Probablemente, los gatitos imitan el comportamiento de su madre.
Se cree que muchos gatos adultos rugen a la hora de comer, asociando el sonido con el acto de alimentarse desde su infancia.
- Comunicación: algunos estudios muestran que el ronroneo es una forma de que el gato se comunique.
El sonido puede ser diferente y cambia de frecuencia según la situación. Así, es fácil percibir la diferencia de un ronquido de afecto a uno hambriento.
- Precaución: el ronroneo del gato también puede significar precaución al entrar en un entorno nuevo y desconocido. Mientras se explora el lugar, siempre con mucho cuidado, es común escuchar las sibilancias características de los felinos.
- Dolor: algunos ronrones todavía están asociados con el dolor. Los gatos lo hacen incluso durante enfermedades graves.
Cuando el gato tiene ansiedad, dolor o estrés, trata de calmarse y relajarse ronroneando, se asocia este sonido con la curación del animal.
¡Mi gato no ronronea! ¿Es infeliz?
Algunos gatos ronronean mucho, y otros no. Así que, si no emite este sonido característico, no te preocupes.
¡No es falta de cariño! Lo más probable es que no aprendió a hacerlo.
Ese sonido, es una interacción de procesos musculares y neuronales; los músculos de la laringe del gato pueden estrecharse o dilatar la glotis, la parte de la laringe que rodea las cuerdas vocales.
Todo el proceso es controlado por el cerebro del gato, que activa los músculos laríngeos a través de los impulsos nerviosos.
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