Si te gusta darle muchos snacks o golosinas a tu perro, ¡cuidado! Este hábito puede perjudicar mucho a la mascota, ya que una alimentación inadecuada es el gran villano que provoca la obesidad en los animales.
Antes de cualquier medida, es importante consultar a un veterinario para saber el peso ideal de la mascota, según raza y tamaño, para mantener una alimentación equilibrada.
Aquí te presentamos algunas causas de la obesidad en los perro:
La alimentación inadecuada y el sedentarismo son los dos principales factores que provocan la acumulación de grasa en las mascotas, que no pueden elegir cuándo comer y moverse, además de contar con la ayuda de sus dueños en la prevención y control de la obesidad.
Algunos problemas que enfrentan los perros se deben a las prácticas de sus dueños, quienes ofrecen comida humana para complacerlos y no practican actividades físicas.
Tal afirmación significa que las mascotas han heredado nuestros malos hábitos, como el apetito por alimentos calóricos y la pereza de hacer ejercicio a diario.
La ingestión de alimentos inadecuados
Puede poner en riesgo la salud del animal, ya que su organismo no fue desarrollado para sustentar y digerir cualquier tipo de sustancia, lo que puede ocasionar infecciones graves.
Es cierto que la castración y el envejecimiento contribuyen a que el animal engorde, ya que la eliminación de los órganos encargados de las hormonas reproductivas hace que el metabolismo ya no funcione de la misma manera, ya no gaste tanta energía y esté más tranquilo durante todo el día.
Por lo tanto, lo ideal es realizar la cirugía antes de la pubertad y existen raciones específicas para inhibir esta tendencia, cuando la mascota se encuentra en una edad avanzada.
Conoce los riesgos de la obesidad en perros y los principales síntomas:
La obesidad en los animales también puede desencadenar otras enfermedades, reduciendo su bienestar, deteriorando su calidad de vida, reduciendo su longevidad y agravando los problemas existentes.
Principales síntomas que los dueños pueden notar son:
- Falta de voluntad para correr o caminar.
- Dificultad para moverse o levantarse.
- Dificultad para respirar.
- Estilo de vida sedentario.
Al presentar estos signos, los dueños deben llevar a los animales para una evaluación veterinaria, incluso si los síntomas de la obesidad aún no son tan evidentes, como el aumento de peso.
Diagnóstico y el tratamiento:
- La alimentación debe ser acorde a la raza y tamaño del animal. También es importante observar la edad y las condiciones de salud.
- Es importante mantener visitas periódicas al veterinario y seguir el tratamiento indicado en caso de sobrepeso u obesidad.
- La actividad física es importante, así que mantén una rutina de pasear siempre a tu perro.
- Evite dar meriendas fuera de horario.
- Enséñele a su cachorro a no estar “pidiendo” comida cuando todos están en la mesa.
- Recuerde: las mascotas no necesitan «meriendas» entre comidas.
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